domingo, 12 de junio de 2011

Cómo Enseñar Matemáticas sin generar traumas

José Luis Lissabet, experto en didáctica de matemáticas, habló con EL TIEMPO.

Siete de cada diez estudiantes de 15 años no logran el desempeño mínimo en matemáticas, según los más recientes resultados de las pruebas Pisa (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes). Y esto plantea un reto mayor: hacerlas comprensibles, volverlas agradables, prácticas y útiles en la vida diaria.

"Para aprenderlas debe haber motivación y en esto influyen la familia y el docente. Hay que hacerlas ver como una herramienta para transformar la vida", explica el cubano José Luis Lissabet, doctor en Ciencias Pedagógicas y profesor del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (Iplac).

Este experto vino a Bogotá, invitado por la Secretaría Distrital de Educación, para hablar de didáctica y evaluación de las matemáticas.

Lissabet afirma que es necesario hacer un diagnóstico integral de los niños para conocer su entorno familiar y social, así como estudiar su manera de aprender, sus habilidades y sus debilidades con los conceptos matemáticos para así ayudarlos a tener éxito con los números.

¿Cómo enamorar a los niños de las matemáticas?

Para aprenderlas deben estar motivados y en esto influyen la familia, el docente y el entorno escolar. Si seguimos diciéndoles que son difíciles, complejas y abstractas, estamos contribuyendo a que se desinteresen por ellas. Hay que eliminar esos preconceptos y explicarles a los niños que las matemáticas son una herramienta para transformar la realidad. Mostrarles para qué les sirven esos conceptos, procedimientos y proposiciones matemáticas en su vida personal y familiar.

¿Cómo enseñarlas, entonces, de forma amena?

Hay varias enfoques de enseñanza, y uno de ellos es por proyectos, que pueden ser dentro del aula o institucionales. El niño se plantea un problema (económico, industrial, del medio ambiente o de la ingeniería) y para resolverlo construye conocimiento incorporando conceptos como cantidad, área, perímetro, longitud y volumen. Lo hace sin decirse que es un problema matemático, sino social.

Pero, ¿por dónde se empieza?

Primero se aprende el concepto de número y de operación para luego trabajar sobre el algoritmo de la operación, es decir, la suma, la resta, la multiplicación y la división. Luego, se aplica lo aprendido en un problema matemático o extramatemático de la vida diaria. A veces, el docente se salta uno de estos pasos y el niño no tiene los conceptos claros. Hay que fijarse en si los domina y en qué se equivoca.

¿Qué hacer ante dificultades?

Debe mirarse si la causa está en el estudiante, el docente o el entorno sociocultural del niño. Puede que el maestro sea bueno y que el estudiante esté preparado, pero este tiene un conflicto familiar que lo limita; o que su estrategia para aprender sea diferente y es allí cuando el maestro debe tener una atención diferenciada.

¿Cómo se hace esto?

Observando qué sabe hacer solo, qué con ayuda y qué no logra hacer, para apoyarlo.

¿Y el papel de los padres?

Hay que saber con quién vive el niño y hasta dónde él puede contar con sus familia para apoyar su proceso de aprendizaje. El maestro debe enviar ejercicios útiles y mesurados basados en la dificultad del niño y orientar de forma continua a los padres sobre cómo ayudarlo. Si se les sale de las manos el tema, buscar un tutor, pero la idea es que el colegio sea suficiente.

Seguimiento continuo

Lissabet asegura que, durante el proceso de aprendizaje de las matemáticas, es importante que los maestros no esperen a que termine el periodo académico para decirles a los padres que su hijo tiene dificultades en algún concepto o procedimiento.

Es clave que se reúnan o comuniquen con ellos de forma periódica para aportarles estrategias que conduzcan a superar dicha dificultad. Las matemáticas no deben ser un 'trauma'.

La cercanía permite entender

Cómo introducirlas en casa desde los primeros años de vida

Desde los primeros años, utilizar fichas u otros objetos para que el niño clasifique, describa tamaño y forma. Puede agrupar elementos por color y luego comparar cuál tiene mayor cantidad. Juegos de mesa: el parqués y los rompecabezas fortalecen el pensamiento matemático.

Simular que están en el mercado y hacer el ejercicio de compra y venta. Así se aprenden las tablas. El ábaco también es útil para esto.

No regañar al niño si se equivoca, pues generará en él un rechazo hacia las matemáticas.

jueves, 9 de junio de 2011

Tecnología ofrece nuevas herramientas para el aprendizaje en las aulas

Es un instrumento para buscar información que hace parte de la cotidianidad en los colegios.

En clase de Química, Daniela, estudiante de grado once, ya no usa la tabla periódica plastificada; hoy, la lleva en su celular y, cuando necesita consultarla, saca su dispositivo en clase, con la autorización del docente, y repasa símbolos y propiedades de los elementos químicos.

Alberto utiliza el celular para guardar en PDF las lecturas que el profesor les envía por correo electrónico. "Varias veces me lo decomisaron porque lo utilizaba para chatear -dice-. Pero ahora solo lo uso con fines académicos".

Y es este tipo de utilidad el que desean fomentar los docentes en el aula y en casa. Ante una generación digital, el reto de maestros y padres 'análogos' es mostrarles a los jóvenes que computadores y dispositivos electrónicos no solo sirven para chatear.

Redes sociales en las que cuelgan videoclases, blogs y wikis para presentar trabajos, concursos por computador y evaluaciones a través de celulares conectados por bluetooth ya se ven en clase.

"La tecnología es un medio para lograr una mejor calidad en la educación. Lo importante es utilizarla de forma efectiva y razonable", afirma Javier Firpo, director de programas de educación y responsabilidad social de Intel para América Latina.

EL TIEMPO recopila cinco experiencias exitosas del uso de las tecnologías en el aula.

1. Uso de celulares

El Gimnasio Los Andes busca que sus alumnos accedan a contenidos desde sus teléfonos móviles; también, a los textos escolares, digitalizados. "En talleres y mesas de discusión les permito utilizar sus celulares para buscar información y opinar sobre lo encontrado. Luego, les pido que me citen la web de donde fue tomada la información", afirma Jimena Barbosa, docente de Biología.

2. Blogs y 'wikis'

"Yo uso blogs y 'wikis' porque desarrollan competencias en lectura y escritura. A través de contenidos puntuales, los animo a desarrollar textos cortos que puedan ser comentados, compartidos y modificados. Aprenden a redactar, a autocontrolar su proceso de aprendizaje y a crear un trabajo colaborando con sus pares", dice Jairo Alberto Galindo, docente de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de la Salle.

3. Clases con videos

Ricardo Llano, docente de la facultad de Comunicación Social de la U. de La Sabana, se apoya en tecnología para transmitir lo que sabe. "Tengo una cuenta en Twitter en la que respondo dudas; grabo videos para explicar contenidos, los subo a Internet y les mando el vínculo; les dejo videos y presentaciones en una plataforma especial a la que tienen acceso, y les comparto información útil por redes sociales", dice.

4. El 'bluetooth', necesario

Con el 'bluetooth' de sus celulares, los alumnos del colegio distrital Manuela Beltrán manipulan de forma remota los contenidos de la clase que aparecen en su tablero electrónico. También responden evaluaciones y cargan libros digitales de varias materias. "Son una herramienta más en clase. Aprendieron a utilizarlos con fines educativos", dice Elizabeth Echavarría, maestra de Física y Matemáticas.

5. Concurso para repasar contenidos

Emulando el famoso concurso de televisión 'Jeopardy', estudiantes del British Montessori School repasan contenidos de las asignaturas estudiadas en la semana y ponen a prueba su memoria y comprensión. En una sala especial, cada alumno responde desde su computador preguntas de selección múltiple. "La idea es que se diviertan mientras estudian. Despierta en ellos agilidad y destreza", dice Sara Yepes, docente de Learning and sensorial skills.

En casa y en el aula

Luis Ortiz, gerente para América Latina de SMART Technologies, aconseja a padres y maestros:

Los adultos deben hablar el idioma digital de los jóvenes.

Compartir videos, 'links' e información en redes sociales que orienten el aprendizaje.

Con celulares, tomar fotos de cosas cotidianas, susceptibles de ser analizadas en el aula o en el hogar.

Desarrollar en la Red proyectos que planteen retos. Promover la colaboración 'online'.

Con los dispositivos, buscar contenidos y descargar tablas, libros y documentos de estudio.

Lo positivo de las redes sociales

"Aprendí que las redes sociales son buenas no solo en el ámbito social sino en el educativo; incluso profesional, pues con ellas puedo generar propuestas de negocios.

En los blogs, por ejemplo, hay que publicar muchos de los trabajos que el profesor pide y que todos van a leer, así que esto nos exige calidad", dice Luis Gabriel Vélez, universitario.

La Revolución será de los docentes

La revolución será de los docentes

La transferencia del conocimiento volverá a ser eje de una transformación radical de los sentidos asignados por la sociedad. La educación será lo único que cambiará (nuevamente) al mundo. En este nuevo siglo de las comunicaciones inmediatas y las informaciones fugaces, es el conocimiento el cimiento necesario para adaptarse a las características cognitivas del hombre para con el mundo que lo rodea. Mejor dicho, somos los docentes quienes tenemos la obligación de cambiar el mundo.



El problema no está en las herramientas, el conflicto no es entre el libro y la capacidad de atención. Durante años hemos diagnosticado e inventado desviaciones estudiantiles sin estudiar empáticamente lo que es soportar una clase nuestra. La solución reside en entender el cerebro, su renovado funcionamiento y los estímulos predilectos de estas nuevas esponjas cognitivas.

Los cerebros han cambiado, nosotros hemos cambiado y hasta los pizarrones se actualizaron. Si bien se ha avanzado en ciertos aspectos, lo que no hemos podido superar aún, es la confusión que tenemos acerca de qué es lo que debemos modificar de nuestra enseñanza. Las pantallas no hacen a los docentes y las presentaciones no serán lo que los alumnos recordarán para siempre. Los valores de la educación continúan siendo los mismos, el docente es insustituible y el conocimiento que se debe transferir no será modificado por el canal.

Las lógicas de transmisión de los contenidos son las que tenemos que atender. Debemos dominar las nuevas tecnologías, asimilar la ruptura que los nativos digitales producen sobre las viejas formas lineales de lectura y compartir el lugar desde donde generar conocimiento.

No temer, desafiarnos y salvarlos, es nuestra responsabilidad si es que alguna vez soñamos con poder abrazar un egresado que nos estime por los conocimientos que le hemos podido transferir para enfrentarse al mundo que se presenta ante ellos.

Bajemos la guardia y salgamos de la trinchera

¿Hasta cuando los docentes vamos a temerle a la tecnología? Debemos comenzar a verla como nuestra aliada y considerar que gracias a ella podemos recuperar el terreno perdido. Quizás al comprender que es justamente “con” las nuevas herramientas con las que vamos a poder frenar el achicamiento de nuestros programas, la disminución de densidad teórica y hasta sentirnos mejor frente al aula.

Nosotros como docentes, debemos pensar las herramientas digitales para configurar un escenario donde plasmar distintas unidades temáticas en torno a la comunicación digital y así lograr que los nativos digitales renueven su interés por distintos contenidos, participen en la construcción de conclusiones conceptuales y logren internalizar una manera de aprendizaje colaborativo y multiplataforma.

¿Nos animaremos a romper esas secuencias rígidas de aprendizaje en las que creemos fervientemente? ¿Estamos dispuesto a compartir el protagonismo con los alumnos? Como docentes tenemos que identificar cuando nos olvidamos que el proceso de aprehender era deglutido por nosotros dada su condición estimulante. Sin dudas alguien nos inyectó la creencia errónea de que el alumno por sí solo iba a querer hacerse de los conceptos y nosotros no teníamos más que presentarlos.

No existen soluciones mágicas

No se puede desconocer que los nuevos paradigmas tecnológicos han llevado a la transformación de la sociedad del conocimiento. Se trata de una sociedad en la que las condiciones de generación de conocimiento y procesamiento de información han sido sustancialmente alteradas por una revolución tecnológica centrada sobre el procesamiento de información, la generación del conocimiento y las tecnologías de la información.

En este contexto general, las nuevas tecnologías se relacionan con la enseñanza a partir de la generación de nuevos entornos de aprendizaje, donde se han transformado las maneras en que el saber es adquirido, clasificado, facilitado y explotado.

El camino de la descentralización de las clases entonces, aparece como una oportunidad para innovar a partir de las herramientas que ellos mismos ya manejan, pero que se puede enseñarles a utilizar eficazmente con fines académicos. En el caso educativo, se entiende mal esta des- centralización si se supone que el último nivel de decisión personalizado está en el docente. Porque quienes deberían participar de las decisiones de aprendizaje, son los últimos orejones del tarro (pero también los más importantes de todos); a saber, los mismos estudiantes.

No seremos los primeros pero evitemos ser los últimos

Cuando por fin nos propongamos ejercitar nuestra docencia, alejándonos de las estoicas formas medievales de educar, entonces podremos reconocernos en la mirada de un aula repleta de nativos digitales que nos aceptan en su reino cognitivo. No hace falta recorrer muchos clicks en el horizonte de Google para toparse con casos cada vez más exitosos e innovadores.

En el caso local por excelencia es necesario citar el Proyecto Facebook encabezado por Alejandro Piscitelli, donde se desarrolló una experiencia de educación participativa, que si bien se basó exclusivamente en la red social, dejó sentada las bases sobre conceptos claves para entender la educación en términos que debemos emprender.

¿Cómo conquistaremos a estos bárbaros que nos desafían en nuestra propia aula? Entendamos a Alessandro Baricco cuando nos anticipa que “los bárbaros llegan de todas partes. Y esto es algo que nos confunde un poco, porque no podemos aprehender la unidad del asunto, una imagen coherente de la invasión en su globalidad. Vemos los saqueos, pero no conseguimos ver la invasión. Ni, en consecuencia, comprenderla. Para los bárbaros la calidad de un libro reside en la cantidad de energía que ese libro es capaz de recibir desde las otras narraciones y de verter después en otras narraciones”.

Nos instruyamos para dar batalla en igualdad de condiciones. Un buen ejemplo de ello me pareció el caso de Salman Khan que creó la, al menos innovadora, Khan Academy, postulando sin tapujos que se puede utilizar el video para reinventar la educación. Su proyecto se basa en una serie de videos educativos cuidadosamente estructurados que ofrecen completos planes de estudio en matemáticas y, ahora, en otros temas. En la exposición de su plan muestra el poder de los ejercicios interactivos e invita a los profesores a considerar invertir el tradicional método en el salón de clases: Asignar a los estudiantes video-clases para ver en su hogar, y hacer “los deberes” en el salón con el profesor listo para ayudarles.

No habrá casos que desde el primer momento se amolden a la solución que necesitamos para nuestra aula, pero debemos comenzar a nutrirnos de las distintas experiencias e interpretaciones de la situación, para así poder alcanza el objetivo de salvar “nuestra” clase.

La revolución no será de las máquinas y los alumnos no asaltarán nuestra Bastilla, sino que somos los docentes quienes tendremos que iluminar el camino. El primer paso entonces será reconocer nuestros errores y remediarlos desde los nuevos conceptos que se nos presentan como posibles aliados. Herramientas, plataformas y distintas actividades están tan expectante, como los alumnos, porque las internalicemos para ejecutarlas.

miércoles, 1 de junio de 2011

Pensamiento Estadistico y Tecnologias Computacionales

Pensamientoto Estadistico y Tecnologias Computacionales

PENSAMIENTO VARIACIONAL Y TECNOLOGIAS COMPUTACIONALES

Pensamiento Variacional y Tecnologias Computacionales

Pensamiento Geométrico y Tecnologías Computacionales

(Pags1-94)Pensamiento Geometrico y Tecnologias Computacionales