Patricia Ocampo coordina el grupo “Un sueño para Misiones” que promueve la apertura de bibliotecas populares, apuesta a la educación como el camino hacia una sociedad más justa
Domingo 1 Julio de 2012 |
OBERÁ (Corresponsalía). Hace un año que el grupo “Un sueño para Misiones” trabaja para lograr la apertura de bibliotecas públicas en la provincia. En pos de ese ideal, se fijaron diez como meta para este año y en pocos días van a inaugurar la quinta.
Solamente trabajan. No llevan registros de las localidades donde no hay bibliotecas o deben crearlas, pero las redes sociales y los medios de comunicación cumplen un rol fundamental para que el objetivo final se cumpla.
La base del proyecto de esta organización solidaria es la educación y justamente, personas solidarias de todo el país se unen con un objetivo común: conseguir los libros que luego le dan vida a esos espacios culturales, donde las posibilidades son escasas.
La coordinadora del movimiento solidario, Patricia Ocampo, considera que “la educación es la única salida digna para los niños y jóvenes, para que el día de mañana sean adultos que puedan servir a la comunidad”.
“No hay muchas alternativas, o ponemos nosotros libros en las manos de los chicos o alguien va a poner un arma o una jeringa, o un grillete para que sean esclavos toda su vida porque al no tener educación no pueden pensar o elegir libremente”, añadió.
Ocampo ejemplificó que “vivimos en un mundo consumista y los chicos ven que tienen que tener tal o cual ropa o marca para pertenecer. Cuando no tienen posibilidades aparecen las organizaciones delictivas, que siempre buscan a esos chicos”.
“En Misiones hay mucha gente que por no tener educación, no se les permite elegir y cuando ponemos un libro en la mano de un chico lo liberamos y le damos la posibilidad de elegir qué camino tomar”, graficó.
Espacios culturales
En las zonas rurales o alejadas de los centros urbanos las bibliotecas populares toman gran importancia puesto que se constituyen en el único espacio cultural donde la comunidad puede reunirse.
Muchas veces significan el puntapié inicial para que se generen otras actividades enmarcadas siempre dentro de la cultura, como por ejemplo talleres, cursos o proyecciones audiovisuales que tiene que ver con el espacio Incaa.
Es entonces cuando las autoridades municipales, integrantes de instituciones intermedias y vecinos deben involucrarse, para captar la atención y que la llama que se enciende no se vuelva a apagar.
Ocampo tiene claro que “más que bibliotecas creamos espacios culturales, donde pueden integrarse muchas otras actividades. La idea es captar el interés de los chicos, que se acerquen a los libros y a partir de ahí darle otras alternativas”.
“Una vez creadas dejamos todo a cargo de los municipios, así que las autoridades tienen que tener la suficiente responsabilidad de darle continuidad al proyecto y hacer un seguimiento junto a las instituciones sociales y educativas” explicó, aunque reconoció que “de todas formas seguimos en contacto con la comunidad”.
Las nuevas bibliotecas
El grupo “Un sueño para Misiones” inauguró cuatro bibliotecas: en el barrio 180 Viviendas de Oberá, en la localidad de Guaraní, en Puerto Leoni y San Martín de Tours. La próxima será en Colonia Victoria (Eldorado), el 21 de julio y más adelante habilitarán las de Villa Cabello (Posadas), 9 de Julio y El Alcázar.
“Es impresionante como la gente se identifica con el proyecto y colabora, tanto en Misiones como en otras provincias. Tenemos libros suficientes como para inaugurar las diez que nos propusimos, pero despacio vamos definiendo las fechas”.
Promover la lectura
“Creo que el libro de papel no va a morir, porque además de su contenido, es un objeto hasta de culto para quienes nos gusta la lectura. Un libro no se tilda, no se borra, uno marca la página donde queda, vuelve para atrás, lo lleva en el bolso o la cartera”.
Apasionado y optimista, el escritor Hugo Mitoire auguró larga vida al libro de papel, en tiempos donde las computadoras ganan cada vez más adeptos. Nacido en Chaco, desde hace casi dos décadas reside en Oberá y actualmente preside la comisión directiva de la Biblioteca Popular Sarmiento, por lo que tiene contacto directo el público lector.
El autor de “Cuentos de Terror para Franco”, serie que ya vendió más de 30 mil ejemplares, subrayó la necesidad de contar con políticas que favorezcan el acceso a la lectura, ya que Misiones no está entre las provincias más lectoras.
Por ello, consideró que “es fundamental que los programas para promover la lectura en las escuelas sean sostenidos en el tiempo. Las acciones aisladas, como maratón de lectura y concursos, sirven como complemento y para ampliar la variedad, pero no son lo esencial”.
En su condición de autor tiene la posibilidad de recorrer otras provincias y tomar contacto con escuelas y bibliotecas. “Veo que hay diferencias. Misiones no está entre las provincias más lectoras, Chaco sí, por ejemplo”, opinó.
Insistió con la necesidad de contar con docentes, directivos y políticas comprometidas para incentivar la lectura en los más chicos.
Involucrarse más
“Si les acercamos buenos libros los chicos disfrutan leer. Lamentablemente hay muchos docentes que son pocos lectores y esa es una falla terrible”, lamentó.
Y relató una anécdota que le contó un librero: “Un chico le pidió una novela de cien páginas. Le preguntó qué novela, y el chico le contestó: cualquiera nomás, la profesora nos pidió que leyéramos una novela de cien páginas y que hagamos un resumen”.
“Es un ejemplo terrible de la falta de interés y cultura de ese docente, que así no le va contagiar a nadie ganas de leer”, subrayó el escritor.
Por ello, instó a los maestros a involucrarse e incentivar la lectura a los niños, adecuando los contenidos con textos acordes a la edad.
Al respecto, criticó que “muchos docentes dan lecturas antiguas, obsoletas. Los espantan con el primer libro y después no quieren saber nada. Hay que buscar alternativas para que los chicos se den cuenta de que en los libros siempre van a encontrar cosas interesantes”.
Opinó que hay ciudades de la región con la misma cantidad de habitantes donde se venden muchos más libros que acá.
Otro dato importante es la cantidad de gente que concurre a las bibliotecas, lo que marca la avidez o no que hay en una comunidad por los libros. “En nuestra biblioteca y en las demás de la ciudad y la provincia, el grueso de los concurrentes son chicos en edad escolar, pero muy pocos adultos”, indicó.
Un club de fans para los cuentos
Se llama Belén y tiene 8 años, es fanática de la lectura. Su fanatismo sorprende, agrada y contagia, sobre todo a sus padres.
Desde fines del año pasado Belén lidera un club de fans. El Club de Lectura se llama “La llave mágica” y reúne a niños de 8 a 14 años, sedientos lectores de cuentos de terror y fanáticos de la obra infantil del escritor Hugo Mitoire.
Mitoire que se volvió un favorito entre los chicos con "Cuentos de Terror para Franco", nació en Chaco, hace 30 años vive en Oberá. Dejó la medicina para convertirse en escritor y no le fue mal.
Su último libro “Mensajes del más allá” se agotó en la 12º Feria del Libro Chaqueño y Regional.
El público infantil y preadolescente lo acompaña en cada apuesta literaria. De esta manera, Mitoire es testigo, y lo reitera cada vez que puede, de un fenómeno: los chicos acercan la lectura a sus padres.
Libros en acción
Comenzó la Feria del Libro en Oberá
Los chicos leen más que los adultos
Libros para la igualdad educativa
Las temáticas de historia y política, entre las que más público ganaron
Un luchador de los libros
No hay comentarios:
Publicar un comentario