Rigor y manejo de la tecnología son básicos para quienes optan por estudiar a distancia.
La realidad conspira contra la educación a distancia. Aunque el número de inscritos en la modalidad virtual creció un 58 por ciento entre el 2007 y el 2011, el Ministerio de Educación reporta que seis de cada diez están desertando en los programas a distancia.
Para el Gobierno, las principales razones de este fenómeno son la falta de motivación del alumno por el menor contacto con la institución, y los problemas económicos.
Los centros educativos, que ofrecen 258 programas virtuales de educación superior y atienden con ellos a casi 12.000 estudiantes, aceptan que falta acompañamiento de los docentes y coinciden con el Ministerio tanto en las causas económicas como en las metodológicas; por ejemplo, la dificultad del estudiante para acceder a un computador, así como para adaptarse a la exigencia de los programas.
"La educación virtual no es para todo el mundo: quien piense en ella debe preguntarse si tiene la capacidad de regular su propio aprendizaje. Además, debe incorporar hábitos de estudio rigurosos", afirma Clara Inés Segura, coordinadora de la especialización en Pedagogía de la Universidad de la Sabana.
También, debe cumplir con exigencias mínimas de comprensión de lectura y escritura para facilitar su aprendizaje autónomo, así como capacidad de concentración, acota el rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (Unad), Jaime Alberto Leal.
Para tener en cuenta
Uno de los factores que los interesados en esta clase de capacitación pierden de vista es que, a diferencia de las clases presenciales, van a pasar mucho tiempo solos. En este sentido, el vicerrector académico del Politécnico Grancolombiano, Fernando Dávila, advierte sobre la necesidad de que el estudiante revise su consumo de Internet y lo ajuste a las necesidades académicas. Debe ser muy disciplinado y hacer un uso eficiente del tiempo.
Antes de elegir un programa virtual, hay que preguntarse sobre la verdadera disposición que se tiene frente a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, pues buena parte del tiempo de estudio se consumirá frente a un computador.
En contraprestación, dice Javier López, director virtual de la Universidad Manuela Beltrán, "con la metodología virtual se adquieren competencias tecnológicas que sirven para el desempeño laboral y se construye conocimiento con los compañeros, que pueden ser de otros países".
Otra ventaja es que se desarrollan competencias relacionadas con el fomento de la autonomía y la responsabilidad.
Claves para estudiar a distancia
1. Previsión
Navegue previamente por la plataforma tecnológica de la institución educativa que eligió para acostumbrarse a ella.
2. Ambiente
Escoja un lugar adecuado para estudiar, bien iluminado y con pocos factores de distracción.
3. Horario
Establezca un horario, ojalá inamovible y que abarque un mínimo de dos horas al día. Haga un cronograma con sus actividades.
4. Ser recursivo
Apóyese en las bases de datos y bibliotecas virtuales, fuentes claves de consulta para estudiar.
Un buen programa
Siete cualidades que debería tener
Tiene registro calificado. En cuanto a la institución, cuenta con infraestructura para educación virtual.
Cuenta con tutores especializados en educación superior a distancia, con buen manejo de la tecnología.
Fortalece la competencia digital de los estudiantes y ofrece alternativas para el aprendizaje: foros, ciclos, pasantías, prácticas, entre otros.
Acompaña al alumno en todo su proceso.
Promociona la autorregulación del estudiante frente al manejo del tiempo.
Cuenta con aplicaciones dinámicas, para que la formación sea entretenida.
Dispone de horarios diferentes, para atender las necesidades de los alumnos.
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